Este proyecto ha resultado ganador del I Concurso Crealítica, Primer Premio en la categoría de Vivienda Unifamiliar.
Ésta es una vivienda entendida como refugio y en ese papel la piedra asume todo el protagonismo.
Refugio de un ritmo de vida acelerado. La armonía y nobleza que transmite la piedra, como elemento natural, se unen a la serenidad y quietud que otorga la ralentización del tiempo que casi llega a desaparecer para ese material.
La pureza del diseño, tanto del espacio como en el mobiliario y formas arquitectónicas, huyendo de todo ornato añadido redundan en la sensación de sereidad, de paz.
Refugio, también de las condiciones climáticas, principal función de una vivienda. Protección del exterior pero no renuncia, dado que el paisaje se hace muy presente a través de los grandes vanos acristalados y que, con ayuda del porche, se disfruta todo el año.
La sala principal en su orientación sur está protegida por un porche evitando la incidencia de la radiación solar directa en verano y permitiéndola en invierno debido a sus dimensiones. Dos aberturas en la fachada norte crean una ventilación cruzada eliminando el posible sobrecalentamiento.
El baño con su orientación sur-oeste y la captación solar a través del acristalamiento a sur se convierte en la zona más cálida de la vivienda, reduciendo el consumo de calefacción derivado del uso propio.
La iluminación natural que baña la vivienda reduce el empleo de luz artificial y por su calidad, composición espectral y variabilidad moldea los espacios hora tras hora.
El empleo de una fachada ventilada con un acabado claro redunda en la idea de la reducción del calentamiento propio de Andalucía, donde se ubica el proyecto.
A la piedra natural le queda una función por desarrollar, copando, definitivamente, el protagonismo de la vivienda.
El refinamiento en el acabado de la misma marca refleja la evolución y sofisticación llevada a cabo por el hombre en el habitar de su refugio. Así, el exterior, con un aplacado de 2 x 1 en mármol Macael abujardado, mantiene la "tosquedad" del primer refugio del hombre, la cueva, a la vez que proporciona una textura adecuada al pavimento exterior.
El pavimento interior, en un despiece de 2 x 1 m de mármol Macael serrado, crea un acabado uniforme que suaviza y acondiciona el refugio ya transformado por el hombre, ya creado específicamente para vivir.
Las zonas en las que los usos han experimentado un aumento en su complejidad, así como las nuevas funciones sociales de la vivienda, se resuelven mediante elementos realizados en mármol de Carrara pulido, acabado que acentúa la sofisticación.
De éste modo una placa del citado material señala el acceso a la vivienda remarcando la nueva función social de recepción de visitantes. El mismo material también conforma la zona de baño y aseo, apoya la zona de vestidor y crea el mobiliario de cocina, comedor, salón-estar... sin duda los elementos que más han evolucionado desde aquella primera cueva.
Vemos pues, que un material tan noble, debido a sus condicones físicas y su belleza puede asumir todas las funciones de una vivienda transmitiendo a la vez sensaciones difícilmente identificables en otros materiales sin imponerse a la persona y al entorno.
